El costo de ser tú mismo.


 


Pudiendo ser una cuestión muy filosófica y de gran contenido el evaluar la siguiente pregunta.

¿Cuál es el precio de ser tú mismo?
 
Frecuentemente estamos ante situaciones que nos ponen a prueba. Retos familiares, retos profesionales y nuestro comportamiento en la vida diaria.
Todas las épocas han traído grandes cambios y ésta no ha sido la excepción. Las generaciones que van llegando al igual que todas las anteriores traen nuevos planteamientos en ocasiones tan retadores que ponen a prueba la paciencia de las generaciones anteriores.

Con las nuevas modas cada generación reta a las anteriores, solo es cosa de ver los estilos de música, ropa o de peinarse que rompían los paradigmas que había en cada época, Solo por mencionar algunos representativos de cada época están Elvis Presley, Los Beatles, etc. El objetivo de cada cambio es mover los cimientos de las sociedades.

Todos hemos pasado por la época en la que decidimos adoptar alguna actitud o moda para sobrevivir en el ámbito social y profesional.
En ocasiones muy influenciados por personas que representan la autoridad tales como los familiares o de alguna persona fuera de nuestro grupo familia como artistas, músicos o deportistas por lo que así vamos construyendo nuestra personalidad.

Resulta que al llegar al ámbito profesional y empresarial adoptamos ciertos roles para ser aceptados y poder ser parte del grupo. Algunos los podemos hacer sin cuestionamientos morales y hay ocasiones que nos traen reflexiones morales de lo que se está haciendo

Aquí es donde terminamos evaluando el costo beneficio de ser parte de un grupo o de no aceptarlo.
Podemos ir a una entrevista con un empleador o cliente y al cuestionarnos de nuestra actitud hacia alguna situación terminamos pensando si hemos de decir lo que verdaderamente creemos o respondemos con una pequeña mentira para aparentar lo que no somos, pero con la esperanza de obtener la contratación o concluir la venta.
 
En las entrevistas nos cuestionan con preguntas que tratan de determinar que tipo de pensamiento moral tenemos; ¿Y que piensas del actual presidente?, ¿y que piensas de la legislación a favor del aborto?, etc. Posiblemente son cuestiones que no tienen que ver con las habilidades técnicas para el puesto y nos pueden tomar por sorpresa.
 
Preguntas de ese tipo pueden abrir o cerrar una negociación, dado que pueden ser muy complejas de abordar, pero debes de evaluar cómo enfrentarlas y tratar de salir bien librado.
 
Otro tipo de situaciones es la de que al estar en un grupo de trabajo y por la presión del grupo puedes verte ser orillado a apoyar o rechazar situaciones en las que no estás totalmente de acuerdo, pero tu evaluación del momento te reprime de manifestar tu real posición.
 
Finalmente habrá momentos en que debes de definir tu posición ante un planteamiento socialmente complejo. Tu integridad y honestidad aquí te dictará la posición que has de tomar.
 
Eventualmente habrás de decidir cuál es el precio de ser tú mismo.
 
Puede ser algo que represente pesos y centavos o algun cuestionamiento social de aprobación o rechazo. Aquí llega el momento de preguntarte; ¿Cuánto vales? Hay una campaña publicitaria que lo refleja; “Vales o te vale”.
 
En alguna plática con personas que habían renunciado a sus trabajos les cuestionaba, cual fue el precio más alto que pagaron en la empresa y varios mencionaron que su integridad fue lo más costoso de poner a prueba, al no ser tomados en cuenta o menospreciados por los jefes y haber hecho cosas de los que no estaban de acuerdo.
Otros mencionaron que al haber sido puestos en situaciones en que hubo sacrificios personales pero el beneficio obtenido con esa experiencia adquirida sería suficiente para volver a pagar ese precio.
 
Algunos de los que salen lastimados y resentidos por haber sido limitados pudieran necesitar desarrollar habilidades de liderazgo habiendo la necesidad de que las empresas deban identificar las carencias de liderazgo del personal y trabajar para apoyar ese crecimiento.
Vivir reprimidos podrán pagar un precio por omisión de liderazgo y la empresa recibirá un servicio carente de liderazgo. Es una luz roja para las empresas y tener un cambio para evaluar tanto por las personas como las organizaciones.
¿Y tú tienes habilidades de liderazgo?
Identifica si tus habilidades de liderazgo te permiten ser tu mismo o hay que trabajar en un programa de desarrollo que te haga sentirte seguro y confiado de ser Tu el que decide y pagar el precio que haya de pagar para no comprometer tu ética e integridad.
Acostumbrarse a ser, quien eres, es cuestión de una rutina en la que te enfrentas a retos continuos que ayuden a desarrollar tu autoestima y te acostumbres a llegar a ser esa persona que quieres ser.
Para acostumbrarse a decir lo que realmente piensas, sugiero retos que a forma de entrenamiento puedo sugerir para exponerte a decir lo que piensas sin correr los riesgos de ser juzgados o cuestionados.

  • Habla con extraños
  • Participa en un grupo de oratoria
  • Participa en un grupo de actuación

 
Este tipo de actividades lo que tienen en común es que te expones en un ambiente “controlado y seguro”, podrás así enfrentarte a situaciones que no estás acostumbrado en tu rutina diaria.
 
Muchas veces tu autoestima te limitará, pero deja de ser el juez más exigente, el resultado será el poder tomar actitudes que puedas aplicar a la vida cotidiana.

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