Aprenderé las reglas de la calle.
Frecuentemente nos han inculcado que la preparación académica es lo más importante para tener éxito en la vida y por mucho tiempo los sistemas educativos ya sea en casa o las escuelas nos preparan en ese sentido. Posiblemente los cambios en las condiciones tecnológicas de trabajo que hemos experimentado en los últimos años han hecho que nos cuestionemos si eso es totalmente cierto.
Durante mucho tiempo nuestros padres nos recomendaron que teniendo
un trabajo estable en una empresa por largo tiempo nos darían las bases de
estabilidad y seguridad en nuestra vida. Actualmente vemos que eso va cambiando
en forma importante. La reciente pandemia nos hizo dar cuenta que las empresas
principalmente buscan optimizar sus utilidades buscando el menor costo posible.
Lo primero que vimos fue que el tener unas oficinas donde
estuvieran todos los empleados no era la forma más optima de trabajo. Los
miedos de loe directivos a que al trabajar en forma remota los empleados
bajarían su rendimiento demostró que no eran del todo ciertos. El tener una
plantilla numerosa de empleados tampoco garantizaba que el trabajo se
desempeñara en forma de óptima.
Definitivamente las condiciones de salubridad, económicas y
tecnológicas hicieron que los negocios se desarrollen en forma distinta y fue
una sorpresa que a muchos nos tomó por sorpresa.
Cambios en la forma de trabajo a hacerlo en forma remota,
aprendizaje intensivo de tecnología, comunicaciones, aplicaciones bancarias,
aplicaciones en los teléfonos y, sobre todo; poca interacción personal.
Para muchas personas ha sido difícil el proceso de
adaptación, sobre todo a confrontar el paradigma que nos inculcaron a las
nuevas estrategias.
Existen algunas reglas no escritas que han persistido, pero
ahora son más evidentes. Recuerdo películas con personajes desde Cantinflas,
Tintan, Los Caifanes y otras, en los que había personajes con poca preparación
académica pero que era muy conocedores de las “reglas de la calle” y terminaban
dominando y logrando éxitos por esas habilidades.
Si reflexionamos un poco veremos que esos personajes tenían
unas características que no todos desarrollan:
·
Saben moverse en los grupos
·
Saben lidiar con personas
·
Toman frecuentemente riesgos calculados
·
Finalmente van desarrollando una sólida inteligencia
emocional de Vida.
Muchas recomendaciones que nos han hecho padres, familiares,
amigos, maestros, tutores o lo hemos adquirido con personajes de novelas o cine
nos han retumbado y nos hacen tomar actitudes que en la escuela no nos enseñan.
¡Aprende a defenderte!, ¡pide un aumento!, ¡no te dejes! ¡échale ganas!
Muchas veces recibimos comentarios de ese tipo, pero el implementarlos
nos cuenta trabajo por no saber cómo.
Una estrategia de trabajo meticuloso y de mucho esfuerzo nos
puede llevar a dominar esas capacidades que posiblemente no hemos desarrollado:
1.- Conócete a detalle. Puede ser un trabajo retador para
poner en evidencia las razones de los miedos que nos paralizan o nos hacen procrastinar.
Identifica tus fortalezas y tus debilidades. Reconoce que hay situaciones que
te dan ansiedad y posiblemente miedo enfrentar.
2.- Enfrenta constantemente tus miedos. Esto puede ser un
pensamiento que para ponerte a prueba. Al estar consciente de los miedos puedes
implementar estrategias para enfrentarlos poco a poco. La consistencia dará
frutos. Verás que a lo largo serás capaz de eso que, ni tu ni otros creían que
lograrías.
3.- Domina el arte de la comunicación. Prepara tu mente
estudiando, leyendo y escuchando autores que te dejen frases, conceptos y
léxico que eventualmente permitirá plasmar más efectivamente tus ideas. La
práctica constante de platicar ante distintas auditorios y personas te dará
cada vez más confianza para enfrentarte a retos más grandes.
4.- Conoce a tus contrincantes. Al reflexionar sobre quienes
son tu competencia ya sea otro empleado u otro proveedor, podrás analizar
cuales estrategias habrás de implementar para mejorar. No te obsesiones en aplastar
al oponente ya que eso solo te traerá resentimiento y amargura. Interésate en crecer
y mejor aplica tu esfuerzo en tu desarrollo.
5.- Domina tu peor enemigo y tráelo a buen resguardo. Tu más
cruel enemigo suele ser tu mente, ya que te detiene y paraliza ante los retos
recordándote de anteriores fracasos. Acostúmbrate a salir de tu zona de confort.
Siempre actúa con integridad, ética, coraje, valor y honor.
Prepárate continuamente y no dejes de buscar mejores
alternativas y metodologías que te ayuden en tu desarrollo.
En el momento que creas que ya has logrado todo, recuerda
que habrá personas que estarán en ese mismo momento pensando cómo mejorar y
podrás perder tiempo y oportunidades.
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