Olvidemos las listas de propósitos

 


Resoluciones año 2023.


Imagínate que estas pudiendo lograr todo lo que has estado deseando que suceda en tu vida. Imagínate que lo que haces es exactamente lo que te gusta hacer y lo haces sin ningún reparo y sin el mínimo cansancio.

En ocasiones tenemos muchos pensamientos que nos llevan al mundo del deseo o la imaginación de lo que pasaría si hiciéramos o lográramos tal o cual cosa.

Cada año al terminar el último mes del calendario la mente nos lleva hacia la reflexión de lo sucedido.

Automáticamente empezamos a revalorar lo hecho en el año. Algunos no se atreven a hacerlo pues puede ser doloroso y lastima nuestra autoestima al darnos cuenta de que lo que desearas hubiera pasado o lo que hubieras querido hacer, no se dio.

Es bueno sentarse y reflexionar sobre lo que hacemos para reenfocar nuestros esfuerzos a la dirección apropiada. El fin del año es un momento apropiado pues en la mente tenemos presente que el año siguiente empezará y AHORA SI haremos aquellas cosas que deseamos.

AHORA SI LO HAREMOS

Desde las mas básicas y comunes decisiones de bajar de peso a objetivos mas ambiciosos como escalar una montaña, tienen el mismo proceso. De hacer la resolución y empezar en la primera semana del año.

El caso mas representativo de esto es ver que al inicio del año los gimnasios se atiborran de nuevos miembros pues como resultado de la reflexión anual, concluimos que hay que cambiar y empezamos con las inscripciones a los gimnasios. La realidad será que a lo largo del siguiente mes la asistencia cotidiana va decayendo de tantos entusiastas y al segundo mes vuelve a la normalidad. Volviendo muchos a los mismos hábitos y alejando el sentimiento de culpa al no estar cumpliendo el propósito establecido.

Ya sea que deseamos mejorar nuestra salud haciendo ejercicio, mejorar nuestra alimentación o aprender algun idioma, seguimos un plan para hacerlo. El problema al que nos enfrentamos es que no pasamos de las primeras etapas de la ecuación. Solo establecemos el deseo, que es el de bajar de peso o aprender un idioma y posteriormente el más evidente elemento a seguir, que es de inscribirnos.

Con estos dos elementos iniciamos un viaje que a veces nos puede llevar a buen puerto o en ocasiones a un mar tormentoso. Al ver las condiciones y resultados que se van dando podemos decidir continuar el proceso, pero cuando hay que batallar contra hábitos muy arraigados puede ser una mala experiencia que la trataremos de evitar y la olvidaremos en poco tiempo (hasta el próximo fin de año).

Hemo repetido frecuentemente esa metáfora en qué; para aprender a nadar hay que ir a la alberca y meterse. Podrás leer, ver videos, escuchar audios de las mejores explicaciones, pero no podrás aprenderlo hasta que te enfrentes a la experiencia completa frente a la alberca y te sumerjas.

Evidentemente mientras más apoyo tengas de un maestro o mentor que te guíe, ayudará a no cometer errores y la orientación y consejos harán más fácil el proceso.

Para evitar que el hartazgo, frustración o malos hábitos nos derroten en esos nuevos objetivos, busquemos reenfocar la estrategia. Al momento de tener el objetivo definido es normal seguir con lo primero; la inscripción al gimnasio o al nuevo curso de idiomas.

di NO a elaborar lista de “PROPOSITOS DE AÑO NUEVO”

Una forma de cambiar es la de eliminar la elaboración de la lista de “PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO” y empezamos a hacer un “CALENDARIO DE ACCIÓN DEL AÑO NUEVO”.

Di SI a elaborar un “CALENDARIO DE ACCIÓN DEL AÑO NUEVO”

Lo importante en esta etapa es la de establecer el objetivo final y acompañarlo con 12 puntos de evaluación donde cada mes habrás de revisar si se el objetivo está en proceso de obtenerse. Posiblemente el mal hábito de procrastinar nos haga encontrar las excusas perfectas para justificar el no lograr lo planeado, pero puede darte un impulso adicional para acercarte a la meta.

Recuerda, di NO a elaborar lista de “PROPOSITOS DE AÑO NUEVO”, (posiblemente es la misma de hace varios años), ahora enfócate a hacer por cada objetivo que busques, elaborar un calendario de 12 compromisos contigo mismo de evaluar el avance que tengas.

Puedes buscar un compañero de rendición de cuentas, un mentor o un amigo, lo importante es de que hagas la evaluación periódica y vayas ajustando los esfuerzos hacia el objetivo.

trabaja en el proceso y la evaluación continua

Evalúa cada mes, puede ser que cada mes bajes 100 o 500 gramos, que reduzcas 5 o 10 cm de cintura, que hayas atendido una clase del idioma o una nueva habilidad. No te vayas por el gran resultado trabaja en el proceso y la evaluación. Al final verás que habrá nuevos hábitos que te pondrán en una nueva posición para afrontar otros retos.

El nuevo año nos da la oportunidad de afrontar nuevos retos, lo que Robert Greene dice:

Eventualmente, el tiempo que no le has dedicado en aprender nuevas habilidades te alcanzará y la caída será muy dolorosa.

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Elimina el uso de muletillas

How to overcome the fear of public speaking: Control your anxiety.

Una sesión con sonrisas liberadoras.