Convencimiento o inspiración.




En un programa de desarrollo como el de Toastmasters hemos visto como los participantes van mejorando sus habilidades de comunicación, a tal grado de que al verlos podemos encontrar personas que con gran habilidad y con gran claridad, pueden transmitir mensajes que nos dejan una enseñanza profunda que en ocasiones las podemos aplicar o absorberlas en nuestra propia vida. ¿Cuáles son las razones por las que esos mensajes nos llevan a la acción, a la reflexión y terminan adaptando en nuestras vidas esos conceptos?

Todos hemos tenido a un padre o alguna figura de autoridad que nos ha tratado de orientar en nuestro comportamiento, para tomar decisiones o lograr algún objetivo.
En el proceso de crecimiento de la infancia, adolescencia y al llegar a ser adulto, siempre tenemos retos y aspiraciones que tratamos de tomarlos para encontrar nuestro camino de desarrollo y nuestras metas personales.

A lo largo de la vida tenemos personas que nos van acompañando en nuestro desarrollo. Algunas opinan y otras por medio de su comportamiento nos influencian en como reaccionamos ante diversas circunstancias. Patrones de comportamiento que vamos adaptando a nuestra personalidad y van rigiendo la forma en que reaccionamos en los momentos de decisión.

Muchos de los factores que nos marcan la forma de reaccionar son patrones que en principio vemos en nuestro entorno familiar cercano. El ejemplo de los padres o de los mayores que pasan por nuestras vidas, van imprimiendo un sello en nuestra mente. Posteriormente los ídolos, o los amigos que vemos como los más osados nos llevan a tomar actitudes que se integran en nuestra personalidad.

En la actualidad aun siendo adultos vamos buscando como poder transmitir nuestras ideas e influenciar a personas, desde nuestros hijos, compañeros de trabajo o clientes. Algunos para recomendarles que hacer en la vida, otros en cómo mejorar su desempeño profesional o cambiar su comportamiento ante los retos cotidianos.

En nuestro club vemos que al inicio solo quieres logra vencer al mayor crítico que tenemos en nuestra vida y ese es ni más ni menos nosotros mismos, nos juzgamos tan cruelmente que en ocasiones nos convencemos de que no podemos, de que no estamos hechos para algunas cosas o que la naturaleza ha conspirado para que no logremos el objetivo que deseamos obtener. Después de algunas participaciones y de enfrentarte ante la audiencia vas cayendo en cuenta de que ese crítico tan cruel puedes convencerlo de que no sea tan exigente contigo y en ese momento tu mensaje va mejorando en calidad al poder concentrarte en el tema y olvidando poco a poco el juicio de la audiencia.

Una de las prácticas más populares que encontramos actualmente es la de el “coaching”, el cual nos ha de permitir encontrar y lograr metas y objetivos. Todos posiblemente hemos tenido algún contacto con esa experiencia, al tratar de orientar a tu hijo, amigo etc. a encontrar su vocación a reorientar su carrera o su vida personal. Muchos hacemos lo que podemos y damos nuestra opinión sobre la situación y en ocasiones damos la receta perfecta, según nuestra perspectiva.

Muy frecuentemente la razón y explicación a una situación puede ser las más obvia y razonable, pero nuestro escucha a pesar de verlo y razonarlo, en ocasiones no logra reaccionar como parece que la lógica está dictando. Los argumentos que presentas pueden ser los más claros y los ejemplos que das también pueden reforzar el mensaje. Pero ¿porque tu interlocutor no lo mueves a la acción?, no toma la posición que planteas?

Cada cabeza es un mundo y lo que tú ves muy claro, otras personas pueden no ver el mismo panorama que planteas.

Recuerda ese proverbio chino que dice; “Una imagen dice más de mil palabras”. Esto se puede entender que por más argumentos que presentes tu interlocutor puede no entender o quedar convencido de tus palabras. Esto es; finalmente no lo convenciste. Pero si das el ejemplo y pones en evidencia como lo has hecho como se hace y los beneficios o consecuencias que se han dado. Puedas inspirar a que sigan el ejemplo.

Si tu objetivo es transmitir conocimiento o de relatar alguna experiencia, hay técnicas para que se haga de forma adecuada y eficiente, pero si tu objetivo es el de motivar a la acción, no los trates de convencer de que tu manera es la mejor, trata de inspirarles. El efecto será más duradero.

Puedes convencer de seguir tu opinión por tus razones o quizá lo hagan por hartazgo. Pero creo que, si llegas a transmitir un mensaje que inspire a la acción, que la persona sienta que es lo que en su vida puede hacer el cambio, el resultado será más permanente.

Inspiración es lo que más fácilmente puede mover a la acción más que mil palabras porque en tu mente habrá el deseo de cambiar y mejorar.

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