TE RETO A QUE APLIQUES EL HUMOR EN TU VIDA.
“Busca maneras para crecer y aprender, para constantemente ser una mejor versión de ti mismo"
Bienvenidos todos aquellos que buscan retos y que han visto que actividades llamadas: extremas, pueden llevarte a vencer miedos y creencias que te han limitado.
Muchos somos exageradamente cautelosos con nuestras actitudes pues no queremos que nos sorprendan con la guardia abajo. Nuestra imagen la defendemos a capa y espada ante todas las situaciones que nos van sorprendido. Creemos que las reglas “sociales”, que seguimos y nos guían, nos dictan que hay que ser serios y muy propios al conducirse ante los extraños y ahí es donde en ocasiones dejamos de ser nosotros y aparentamos ser alguien que llega a ser una caricatura de lo que tratamos de representar.
El extremo de ese comportamiento es aquel que no le importan las reglas, protocolos y costumbres y descuidan su comportamiento actuando sin consideración y respeto ante los presentes haciendo chistes de todos los tonos y colores.
Si vemos como nos comportamos actuar ante nuestros amigos o familiares, frecuentemente dejamos a un lado las actitudes de cuidado y propiedad, y nos comportamos al natural, tal y como somos, sin esperar el juicio de otros. Esto nos lleva a decir chistes haciendo comentarios de humor que nos permiten relajarnos y pasar un momento agradable. Finalmente, somos nosotros mismos al natural.
Pero al estar en un ambiente más profesional o de normas más reservadas, no podemos actuar tan libres, algo nos detiene y volvemos a representar ese papel que hemos decidido aceptar.
Hacer comentarios graciosos puede en muchos casos relajar una situación tensa y permitir entonces poder continuar una negociación, o plática en términos más relajados. El saber cómo emplear el humor es en ocasiones tema de mucha polémica, ya que muchas personas piensan que para hacerlo debes de haber nacido con ese don del humorista. Al igual que con el don de hablar ante un público algunos lo tienen y otros no lo tenemos. Pero, es una habilidad que se puede aprender con los mismos principios que son; preparación, practica y evaluación.
El hablar ante un público llega a poner a prueba nuestra seguridad y al querer proteger nuestra autoestima, puede ser causante de mucha tensión y ansiedad. Con la práctica y una buena orientación que pudiera ser un mentor, se logran romper muchas de esos paradigmas.
Al proponer a muchos que se arriesguen a incorporar humor en los discursos puede ser algo que nunca hubieran considerado y hasta se sorprenden de que puede desarrollar, de igual forma como la rapidez de pensamiento que se logra al participar en la sección de temas improvisados.
Te invito a tomar esos riesgos extremos y atrévete a salir de esa zona de seguridad que al estar en el escenario nos obliga a ser exageradamente propios y formales.
La primera objeción que vemos es que nos defendemos y decimos que no manejamos el humor en forma natural, nuestra recomendación es que lo vayas haciendo en forma planeada. Al estar preparando un discurso busca donde introducir un comentario que denote humor. También puedes tener preparado un comentario simpático para cuando pases a participar en los temas improvisados y aplicarlo.
La ocasión se ha de presentar eventualmente, y al estar preparado, podrás emplearlo. No esperes que la audiencia se destornille en risas, solo hazlo para ti, y poco a poco verás que se va facilitando hacerlo. El mayor crítico está en nuestra mente, no es el de la audiencia de tu club que, al contrario, quiere ver cómo te desarrollas como orador empleando tantas técnicas que permitirán que tu mensaje llegue con mas fuerza.
Bienvenidos todos aquellos que buscan retos y que han visto que actividades llamadas: extremas, pueden llevarte a vencer miedos y creencias que te han limitado.
Muchos somos exageradamente cautelosos con nuestras actitudes pues no queremos que nos sorprendan con la guardia abajo. Nuestra imagen la defendemos a capa y espada ante todas las situaciones que nos van sorprendido. Creemos que las reglas “sociales”, que seguimos y nos guían, nos dictan que hay que ser serios y muy propios al conducirse ante los extraños y ahí es donde en ocasiones dejamos de ser nosotros y aparentamos ser alguien que llega a ser una caricatura de lo que tratamos de representar.
El extremo de ese comportamiento es aquel que no le importan las reglas, protocolos y costumbres y descuidan su comportamiento actuando sin consideración y respeto ante los presentes haciendo chistes de todos los tonos y colores.
Si vemos como nos comportamos actuar ante nuestros amigos o familiares, frecuentemente dejamos a un lado las actitudes de cuidado y propiedad, y nos comportamos al natural, tal y como somos, sin esperar el juicio de otros. Esto nos lleva a decir chistes haciendo comentarios de humor que nos permiten relajarnos y pasar un momento agradable. Finalmente, somos nosotros mismos al natural.
Pero al estar en un ambiente más profesional o de normas más reservadas, no podemos actuar tan libres, algo nos detiene y volvemos a representar ese papel que hemos decidido aceptar.
Hacer comentarios graciosos puede en muchos casos relajar una situación tensa y permitir entonces poder continuar una negociación, o plática en términos más relajados. El saber cómo emplear el humor es en ocasiones tema de mucha polémica, ya que muchas personas piensan que para hacerlo debes de haber nacido con ese don del humorista. Al igual que con el don de hablar ante un público algunos lo tienen y otros no lo tenemos. Pero, es una habilidad que se puede aprender con los mismos principios que son; preparación, practica y evaluación.
El hablar ante un público llega a poner a prueba nuestra seguridad y al querer proteger nuestra autoestima, puede ser causante de mucha tensión y ansiedad. Con la práctica y una buena orientación que pudiera ser un mentor, se logran romper muchas de esos paradigmas.
Al proponer a muchos que se arriesguen a incorporar humor en los discursos puede ser algo que nunca hubieran considerado y hasta se sorprenden de que puede desarrollar, de igual forma como la rapidez de pensamiento que se logra al participar en la sección de temas improvisados.
Te invito a tomar esos riesgos extremos y atrévete a salir de esa zona de seguridad que al estar en el escenario nos obliga a ser exageradamente propios y formales.
La primera objeción que vemos es que nos defendemos y decimos que no manejamos el humor en forma natural, nuestra recomendación es que lo vayas haciendo en forma planeada. Al estar preparando un discurso busca donde introducir un comentario que denote humor. También puedes tener preparado un comentario simpático para cuando pases a participar en los temas improvisados y aplicarlo.
La ocasión se ha de presentar eventualmente, y al estar preparado, podrás emplearlo. No esperes que la audiencia se destornille en risas, solo hazlo para ti, y poco a poco verás que se va facilitando hacerlo. El mayor crítico está en nuestra mente, no es el de la audiencia de tu club que, al contrario, quiere ver cómo te desarrollas como orador empleando tantas técnicas que permitirán que tu mensaje llegue con mas fuerza.
Comentarios
Publicar un comentario