Acumula los minutos de escenario
“No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”
- Agustín de Hipona
Continuamente vivimos que requieren que tomemos decisiones. Somos seres de costumbres y podemos caer muy fácilmente en esa zona de confort en que seguimos haciendo lo necesario para cumplir lo cotidiano.
Claro que tenemos planes y sueños que aparecen en nuestra vida y al preocuparnos por la rutina diaria, podemos dejarles en el cajón del olvido, terminando en convertirse en solo sueños a los que recorremos cuando el hastío o cansancio de la vida nos lleva.
Hay prioridades que atender, pero si esos deseos que tenemos desde pequeños no los atendemos oportunamente, podemos quedarnos con un sentimiento de insatisfacción y frustración.
¿Cada cuando tomas retos? ¿Cada cuando haces cosas que son distintas a tu rutina diaria? El estar en forma y en alerta en muchas áreas de nuestra vida nos permitirá reaccionar de la mejor forma y no tener que reaccionar sin estar preparados ante una eventualidad.
En las sesiones Toastmasters, nos enfrentamos continuamente a situaciones que en la vida diaria experimentamos. Muchos únicamente se enfocan a la parte de oratoria, donde te enfrentas a un público y trabajas venciendo ese miedo en un ambiente cordial. Pero, siendo un verdadero gimnasio donde te preparas, repites y mejoras tus habilidades de oratoria, también desarrollas otras habilidades como el liderazgo.
El hacerte responsable de una sesión o de tomar un rol de liderazgo en el club también te prepara para esas eventualidades que tenemos en la vida diaria.
Tengo esa anécdota en que descubrí de cómo la vida nos lleva por caminos desconocidos, pero van preparándonos para cosas más grandes.
Yo llegué a Toastmasters por recomendación de un amigo al que le pareció que, desarrollando habilidades de oratoria, podría reforzar mi autoestima para enfrentarme al público. Asistí a una sesión y pude encontrar que el programa era algo único y muy valioso. Sobre todo, los miembros del club que muchas veces sin buscar un beneficio te hacen reflexionar y se vuelven en verdaderos guías y una segura red de apoyo en para reforzar en aquellos planes que tengas. Asistí por un tiempo, proyectos, roles y temas improvisados. Todo parecía caer en una rutina cada sesión, pero, sucedió que eso me estaba preparando para una ocasión que ha marcado mi vida.
El escenario era una ceremonia donde estaban 300 aproximadamente personas asistiendo a la boda de mi hija, el pastor había terminado sus palabras e invitó a alguna persona del público a que dieran unas palabras a los felices novios, el silencio se hizo en la sala, unos tratando de que no hacerse visibles y otros tratando de esconderse en la silla. En ese momento entendí que la preparación que había tenido en Toastmaster, debía de ser puesta en acción. Levanté la mano y me dirigí al podio. Lo que dije, aún lo tengo muy presente, apliqué esas recomendaciones que están en los objetivos de los proyectos presentados; estructurar una idea, inicio cuerpo y un final poderoso. También sobre la marcha, traté de tener contacto visual con los asistentes y los novios, y traté de utilizar el movimiento corporal que reforzara el mensaje usando variedad vocal para dar énfasis mis palabras.
Después de la ceremonia algunas personas se acercaron y me felicitaron e hicieron comentarios sobre las palabras que di. Posiblemente no ganaría en un concurso de Toastmasters por ese discurso improvisado, pero la oportunidad se presentó y tomé el riesgo. Supe que la oportunidad era esa y que no habría otra. De eso se trata la vida identificar oportunidades y tomar riesgos. Lo peor que sucede en muchas ocasiones es que al no identificarlas y no tomarlas, quedamos en con remordimientos de no haberlo hecho.
Cada sesión no permite prepararnos para situaciones que la vida profesional y social nos impone. La preparación es el secreto y como nos dijo Darren LaCroix, campeón mundial en 2001, cuando vino a México, todo lo que hacemos lo podremos perfeccionar con el necesario tiempo de escenario que tengamos acumulado y que vayamos ganando con cada presentación en las sesiones.
Esos minutos de escenario los obtienes al ser Toasmaster de la sesión, minutos de escenario al ser Sargento de armas, minuto de escenario al presentar un proyecto o de participar en temas improvisados o tomar un rol. Todos esos minutos y en ocasiones segundos, serán parte del arsenal de experiencia que nos llevará a grandes cosas que nos guarda la vida. ¿Nos acompañas a tomar el riesgo y ganas minutos de escenario? Te esperamos en ésta gran organización.
- Agustín de Hipona
Continuamente vivimos que requieren que tomemos decisiones. Somos seres de costumbres y podemos caer muy fácilmente en esa zona de confort en que seguimos haciendo lo necesario para cumplir lo cotidiano.
Claro que tenemos planes y sueños que aparecen en nuestra vida y al preocuparnos por la rutina diaria, podemos dejarles en el cajón del olvido, terminando en convertirse en solo sueños a los que recorremos cuando el hastío o cansancio de la vida nos lleva.
Hay prioridades que atender, pero si esos deseos que tenemos desde pequeños no los atendemos oportunamente, podemos quedarnos con un sentimiento de insatisfacción y frustración.
¿Cada cuando tomas retos? ¿Cada cuando haces cosas que son distintas a tu rutina diaria? El estar en forma y en alerta en muchas áreas de nuestra vida nos permitirá reaccionar de la mejor forma y no tener que reaccionar sin estar preparados ante una eventualidad.
En las sesiones Toastmasters, nos enfrentamos continuamente a situaciones que en la vida diaria experimentamos. Muchos únicamente se enfocan a la parte de oratoria, donde te enfrentas a un público y trabajas venciendo ese miedo en un ambiente cordial. Pero, siendo un verdadero gimnasio donde te preparas, repites y mejoras tus habilidades de oratoria, también desarrollas otras habilidades como el liderazgo.
El hacerte responsable de una sesión o de tomar un rol de liderazgo en el club también te prepara para esas eventualidades que tenemos en la vida diaria.
Tengo esa anécdota en que descubrí de cómo la vida nos lleva por caminos desconocidos, pero van preparándonos para cosas más grandes.
Yo llegué a Toastmasters por recomendación de un amigo al que le pareció que, desarrollando habilidades de oratoria, podría reforzar mi autoestima para enfrentarme al público. Asistí a una sesión y pude encontrar que el programa era algo único y muy valioso. Sobre todo, los miembros del club que muchas veces sin buscar un beneficio te hacen reflexionar y se vuelven en verdaderos guías y una segura red de apoyo en para reforzar en aquellos planes que tengas. Asistí por un tiempo, proyectos, roles y temas improvisados. Todo parecía caer en una rutina cada sesión, pero, sucedió que eso me estaba preparando para una ocasión que ha marcado mi vida.
El escenario era una ceremonia donde estaban 300 aproximadamente personas asistiendo a la boda de mi hija, el pastor había terminado sus palabras e invitó a alguna persona del público a que dieran unas palabras a los felices novios, el silencio se hizo en la sala, unos tratando de que no hacerse visibles y otros tratando de esconderse en la silla. En ese momento entendí que la preparación que había tenido en Toastmaster, debía de ser puesta en acción. Levanté la mano y me dirigí al podio. Lo que dije, aún lo tengo muy presente, apliqué esas recomendaciones que están en los objetivos de los proyectos presentados; estructurar una idea, inicio cuerpo y un final poderoso. También sobre la marcha, traté de tener contacto visual con los asistentes y los novios, y traté de utilizar el movimiento corporal que reforzara el mensaje usando variedad vocal para dar énfasis mis palabras.
Después de la ceremonia algunas personas se acercaron y me felicitaron e hicieron comentarios sobre las palabras que di. Posiblemente no ganaría en un concurso de Toastmasters por ese discurso improvisado, pero la oportunidad se presentó y tomé el riesgo. Supe que la oportunidad era esa y que no habría otra. De eso se trata la vida identificar oportunidades y tomar riesgos. Lo peor que sucede en muchas ocasiones es que al no identificarlas y no tomarlas, quedamos en con remordimientos de no haberlo hecho.
Cada sesión no permite prepararnos para situaciones que la vida profesional y social nos impone. La preparación es el secreto y como nos dijo Darren LaCroix, campeón mundial en 2001, cuando vino a México, todo lo que hacemos lo podremos perfeccionar con el necesario tiempo de escenario que tengamos acumulado y que vayamos ganando con cada presentación en las sesiones.
Esos minutos de escenario los obtienes al ser Toasmaster de la sesión, minutos de escenario al ser Sargento de armas, minuto de escenario al presentar un proyecto o de participar en temas improvisados o tomar un rol. Todos esos minutos y en ocasiones segundos, serán parte del arsenal de experiencia que nos llevará a grandes cosas que nos guarda la vida. ¿Nos acompañas a tomar el riesgo y ganas minutos de escenario? Te esperamos en ésta gran organización.
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